sábado, abril 17, 2010

mirando hacia atrás, ¿acaso un error?

Ha pasado un año desde que esta loca aventura comenzó. Me encuentro, sin embargo, en un punto en el que miro hacia atrás y me pregunto si habré seguido el camino correcto. No sé bien en donde estoy, aunque se muy bien a dónde quiero llegar. Punto clásico en una vida clásica. Estoy, como diría el tío Iro, en "La encrucijada del destino".

Creo que es normal en este punto, teniendo en cuenta lo mucho que he perdido durante este tiempo, que me sienta de alguna forma descepcionado conmigo mismo. Sé bien que no lo estoy, que lo que estoy haciendo es por mi propio bien. Todo lo que pasa una razón debe tener, dirían los optimistas. Y sin embargo me siento tan triste...

De pronto me he detenido a pensar, porque me doy cuenta de que me he clavado en esta vida de adulto, con sus problemas de adulto, y me he olvidado de lo verdaderamente importante: divertirme. Porque, ¿que caso tendría hacer realidad mis sueños si no obtengo diversión en el proceso? Alguien escribió alguna vez: "La felicidad no está en la meta, sino en el camino que se sigue".

De pronto recuerdo lo divertido que era, cuando niño, mirarme la barbilla y contraerla, de tal forma que la piel tomaba la forma de una semilla de durazno...

Felicidad, amor, ambos me parecen términos tan vagos ahora...

A decir verdad, nunca creí en el amor como una fuerza que rompe barreras, como el motivo u origen de todo, como aquella fuerza invisible que puede hacernos lograr lo que soñamos. Creo que ambos términos están sobrevalorados en estos días.

Felicidad, veamos, el objetivo de casi todo ser viviente en el planeta (¿universo?). Pero, ¿no se han sentado a pensar que tal vez si no viviéramos en búsqueda de esa felicidad, seríamos felices?

Amor, aquella fuerza magna y casi divina que une personas, que nos impulsa a crear y convertir nuestros sueños/deseos en realidad. Aquello que nos quita el sueño y el aliento. Aquello por lo que hombres han luchado contra hombres durante el transcurso de nuestra historia. Aquél máximo trofeo por el que vivimos nuestros días. pero, ¿no se han detenido a pensar que es tan solo un pretexto para justificar nuestros deseos más egoistas?

Creo que he llegado a un punto en mi vida en el que ya no se que hacer con mis emociones, de alguna manera siento que me gustaría arrancarlas de mi pecho y guardarlas dentro de un cajón, esperando tal vez no tener que utilizarlas nunca más.

.

CUENTOS, LIBROS Y OTRAS ANÉCDOTAS

Comencé este blog en el 2005, a manera de entretenimiento. Al principio no sabía que es lo que quería escribir, pero pronto descubrí mi afición por las historias cortas. Un día, el primer “Cuento Fúnebre” vio la luz. Disfruté tras escribir cada cuento y me prometí que algún día escribiría un libro. Ahora es ese día.

Si te han gustado mis historias y reflexiones, te invito a conocer un nuevo sitio Web que he estado preparando. Uno en donde, además de continuar escribiendo mis cosas, comentaré mi progreso en los diferentes proyectos que me he propuesto.

eduardoferron.com