Quienes me conocen, o han podido darse cuenta a través de mis últimos y melancólicos posts; notarán que mi vida está por los suelos...
¿Qé les puedo decir? ¿Que nada salió como lo planeaba? ¿Que las cosas no son lo que deberían ser? ¿Que la vida no es color rosa? No, eso ustedes lo saben muy bien. Es algo que a todos nos toca vivir algunas veces en la vida.
Hoy, por ejemplo, caminé el equivalente a lo que haría en seis meses. Caminé hasta que los tobillos estuvieron a punto de reventar de dolor. Caminé, porque tengo muchos demonios que me consumen. Caminé, porque es la única forma efectiva que conozco para calmar mi ansiedad. Si, mi ansiedad y mi tristeza. Caminé hasta que el dolor me hizo olvidar, por un buen rato, lo que mi corazón me repetía a gritos, cada vez mas fuerte.
De camino a casa, y más por buscar un lugar en donde descansar los pies, pasé por ese negocio de tacos de cabeza en donde solía ir a cenar con papá. Está en circuito, pasando Chedraui y luego la farmacia Canto. Ahí luego luego, en un carrito de metal color blanco. No hay pierde. Si un día de esos andan por ahí y sienten un deseo de saborear res, es una muy buena opción.
Tres tacos fueron suficientes para calmar mi apetito.
Alguien me dijo alguna vez, que la ansiedad es una sensación que se confunde con el hambre. Lo he analizado y creo que tienen razón; después de todo, y una crystal toronja, me sentí mejor. Caminé hasta el Chedraui y esperé el circuto metropolitano.
Si, Rocco sigue en el taller. Esta semana deben entregarmelo, junto con una cuenta de, por lo menos, tres mil pesos. Ya lo extraño.
Verán, estas dos semanas que he andado en camión, me he dado cuenta de que olivdé algo muy importante. Es algo que estuvo siempre muy pendiente en mi mente por muchos años. Y con Rocco lo olvidé por completo. Me he perdido. Un día me dije que no era tan importante el auto en el que andas, sino que andas en auto.
Ahora, además, puedo agregarle a mi vida una metamorfosis. Aún no estoy seguro en lo que me convertiré al terminar esta transformación. Pero debe ser algo bueno. Sueño con eso.
Estoy dolido, destrozado por dentro. Un vacío crece en mi interior. Me consume. Me diluye. Me pierdo en mis pensamientos. ¿Pueden notarlo? Ya no se lo que escribo...
Lo bueno es que pronto tendré vacaciones, dentro de dos días...
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lunes, diciembre 29, 2008
jueves, diciembre 25, 2008
el algoritmo revolucionario
-¡Carajo!, ¿cómo es posible?
-Cálmate Rodrigo, y dime lo que sucede.
-¡Es que no puede ser! –Rodrigo se notaba más molesto que de costumbre-. Me cuesta creer que ese pendejo sea capaz de burlarse de mí de esta manera.
-¿De qué manera? ¿Por qué no te relajas y me cuentas lo que sucedió?
-Mira Ramón, tú ni vela tienes en este entierro. Mejor ahí muere.
-No hombre, Rodrigo –responde Ramón, había logrado desarrollar cierta indiferencia hacia los berrinches de su compañero-, ya comenzaste con el espectáculo; ahora lo terminas.
Respirando profundamente, Rodrigo alcanza a decir:
-Hace un par de horas fui al departamento de desarrollo para hablar con Felipe. Me encontraba en un aprieto, puesto que ese imbécil se le ha ocurrido enfrascarse en un nuevo proyecto y no ha presentado nada formal hasta ahora.
Ramón, comprendiendo la naturaleza explosiva de su compañero, se prepara para escuchar la historia más sardónica dicha jamás. Se acomoda en una silla y pregunta:
-¿De ese proyecto del que ha estado presumiendo por más de dos meses?
- Precisamente, ese místico proyecto del que le escuchamos hablar hasta en el baño, pero del que no ha mostrado siquiera una línea de código –dice Rodrigo, intentando recobrar la calma.
-¿Y qué con eso?
-¡Pues que los directivos comienzan a joder y ya no encuentro que decirles al respecto! –los ademanes que utilizaba Rodrigo eran muy notorios, como cuando estaba a punto de echar las cosas abajo -.
La gente de marketing, intendentes y demás; quienes se hallaban cerca de la pareja, se acercaron un poco más para escuchar de lo que se hablaba.
-De acuerdo –dice Ramón, utilizando un tono conciliador-, fuiste a hablar con Felipe. ¿Qué fue lo que te dijo?
Rodrigo, un poco incómodo al percatarse del auditorio, dijo:
-Me ha dicho que no debo de preocuparme. Que está trabajando en un proyecto revolucionario. Que el día de mañana la empresa podrá estar tranquila pues gran parte de sus problemas con el manejo de información se habrán solucionado.
-¿Felipe dijo eso? –pregunta Ramón, un tanto confundido por tal aseveración-, ¿ese mismo Felipe que trabaja en el departamento de desarrollo de infraestructura?
-El mismo –responde Rodrigo-, ese necio incompetente se ha encerrado dos pinches meses para resolver un problema abominablemente importante para la empresa. ¿Puedes creerlo?
Rodrigo, más que molesto, comenzaba a perder la cordura. Ramón, por otro lado, conociendo el punto a donde les llevaría todo esto, preguntó:
-De acuerdo, de acuerdo. Resulta un tanto imposible de creer. Pero, ¿qué con eso? ¿Te mostró los avances del proyecto?
Rodrigo sentía que la sangre se le calentaba de nueva cuenta en la cabeza.
-¡Ese es el pinche problema, carajo!
-Es una pendejada, seguro.
-Ya verás de qué tamaño –dice Rodrigo, tornando su voz en una risa nerviosa-. Ese idiota ha estado trabajando todo ese tiempo en un nuevo algoritmo de compresión de datos. Me ha dicho: “Déjame mostrarte lo novedoso de este artefacto. Después de esto, no tendremos más problemas de almacenamiento, envío o lo que tú quieras; con la información de la empresa. Aunque aún tiene un pequeño inconveniente que he de resolver”.
»Yo, un tanto confundido ante lo que acababa de decirme, no pude más que contener la respiración y prepararme a para escuchar. Más tarde tendría que utilizar algo de esto en mi informe.
»Me dijo: “Se trata de un algoritmo que permite, no solo la compresión de datos, sino la compresión más avanzada en toda la historia de la computación”. Hizo una pausa y esperó hasta ver mi reacción, la cual llegó apenas unos segundos más tarde.
»Continuó: “Rodrigo, escucha, ¡se trata del invento del siglo! Imagina un script que pudiera compactar la información al 0.001% de su tamaño original, y lo mejor de todo es que trabaja en modo multiplataforma. Puede correr tanto en Linux, Windows, OS o lo que tú quieras; siempre cuando sea compatible con un motor Javascript”.
Ramón, acostumbrado a un procesamiento analítico de sus tareas diarias, comenzaba a percibir la parte graciosa del asunto, dijo:
-Así que de eso se trata… Pobre imbécil, nos decía tantas cosas y a la vez nada.
-¿Puedes creerlo? –dice Rodrigo, alzando tanto la voz que el intendente, al caer sorprendido por este acto, dejó caer la escoba sobre la señora Minerva-.
-Bueno, bueno, reconozco que es algo difícil de aceptar –responde Ramón -. Más aún viniendo de Felipe.
-Créeme, camarada, que cuando me lo dijo no supe que pensar. Casi en automático, le he preguntado cómo funciona el invento. A lo que ha respondido: “Básicamente, se trata de un script en Javascript, por lo que hemos logrado una gran portabilidad. Ya, incluso, he resuelto todos los detalles sobre la interfaz para la recolección de los datos. De hecho, le he incorporado un mecanismo bastante simple para la encripción de datos”.
Conforme Rodrigo avanzaba en su historia, carcajadas de ironía tomaban espacio entre una palabra y otra. Parecía aquél, un pobre hombre al borde del colapso nervioso. El gerente del departamento, al percatarse de ello, hizo una llamada para solicitar apoyo médico.
Rodrigo, apenas en pié, dijo:
-El imbécil… le da vuelta… a la… pantalla de su… computadora… en donde alcancé a distinguir apenas una línea de código…
Rodrigo cayó al suelo, mientras su voz se desgastaba hasta quedar de ella apenas un murmullo. Estando en el suelo, antes de quedar inconsciente a causa de un tranquilizante que le han suministrado, levantó su brazo izquierdo y señaló una pantalla que se encontraba a unos escasos dos metros de distancia.
En la pantalla, con toda claridad, podía apreciarse un bloq de notas; en donde, además de los tags elementales para un documento HTML, se apreciaba un segmento de código en Javascript con apenas una línea de código. Decía: “var datos = informacion.substr(0,1) << 1;”.
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-Cálmate Rodrigo, y dime lo que sucede.
-¡Es que no puede ser! –Rodrigo se notaba más molesto que de costumbre-. Me cuesta creer que ese pendejo sea capaz de burlarse de mí de esta manera.
-¿De qué manera? ¿Por qué no te relajas y me cuentas lo que sucedió?
-Mira Ramón, tú ni vela tienes en este entierro. Mejor ahí muere.
-No hombre, Rodrigo –responde Ramón, había logrado desarrollar cierta indiferencia hacia los berrinches de su compañero-, ya comenzaste con el espectáculo; ahora lo terminas.
Respirando profundamente, Rodrigo alcanza a decir:
-Hace un par de horas fui al departamento de desarrollo para hablar con Felipe. Me encontraba en un aprieto, puesto que ese imbécil se le ha ocurrido enfrascarse en un nuevo proyecto y no ha presentado nada formal hasta ahora.
Ramón, comprendiendo la naturaleza explosiva de su compañero, se prepara para escuchar la historia más sardónica dicha jamás. Se acomoda en una silla y pregunta:
-¿De ese proyecto del que ha estado presumiendo por más de dos meses?
- Precisamente, ese místico proyecto del que le escuchamos hablar hasta en el baño, pero del que no ha mostrado siquiera una línea de código –dice Rodrigo, intentando recobrar la calma.
-¿Y qué con eso?
-¡Pues que los directivos comienzan a joder y ya no encuentro que decirles al respecto! –los ademanes que utilizaba Rodrigo eran muy notorios, como cuando estaba a punto de echar las cosas abajo -.
La gente de marketing, intendentes y demás; quienes se hallaban cerca de la pareja, se acercaron un poco más para escuchar de lo que se hablaba.
-De acuerdo –dice Ramón, utilizando un tono conciliador-, fuiste a hablar con Felipe. ¿Qué fue lo que te dijo?
Rodrigo, un poco incómodo al percatarse del auditorio, dijo:
-Me ha dicho que no debo de preocuparme. Que está trabajando en un proyecto revolucionario. Que el día de mañana la empresa podrá estar tranquila pues gran parte de sus problemas con el manejo de información se habrán solucionado.
-¿Felipe dijo eso? –pregunta Ramón, un tanto confundido por tal aseveración-, ¿ese mismo Felipe que trabaja en el departamento de desarrollo de infraestructura?
-El mismo –responde Rodrigo-, ese necio incompetente se ha encerrado dos pinches meses para resolver un problema abominablemente importante para la empresa. ¿Puedes creerlo?
Rodrigo, más que molesto, comenzaba a perder la cordura. Ramón, por otro lado, conociendo el punto a donde les llevaría todo esto, preguntó:
-De acuerdo, de acuerdo. Resulta un tanto imposible de creer. Pero, ¿qué con eso? ¿Te mostró los avances del proyecto?
Rodrigo sentía que la sangre se le calentaba de nueva cuenta en la cabeza.
-¡Ese es el pinche problema, carajo!
-Es una pendejada, seguro.
-Ya verás de qué tamaño –dice Rodrigo, tornando su voz en una risa nerviosa-. Ese idiota ha estado trabajando todo ese tiempo en un nuevo algoritmo de compresión de datos. Me ha dicho: “Déjame mostrarte lo novedoso de este artefacto. Después de esto, no tendremos más problemas de almacenamiento, envío o lo que tú quieras; con la información de la empresa. Aunque aún tiene un pequeño inconveniente que he de resolver”.
»Yo, un tanto confundido ante lo que acababa de decirme, no pude más que contener la respiración y prepararme a para escuchar. Más tarde tendría que utilizar algo de esto en mi informe.
»Me dijo: “Se trata de un algoritmo que permite, no solo la compresión de datos, sino la compresión más avanzada en toda la historia de la computación”. Hizo una pausa y esperó hasta ver mi reacción, la cual llegó apenas unos segundos más tarde.
»Continuó: “Rodrigo, escucha, ¡se trata del invento del siglo! Imagina un script que pudiera compactar la información al 0.001% de su tamaño original, y lo mejor de todo es que trabaja en modo multiplataforma. Puede correr tanto en Linux, Windows, OS o lo que tú quieras; siempre cuando sea compatible con un motor Javascript”.
Ramón, acostumbrado a un procesamiento analítico de sus tareas diarias, comenzaba a percibir la parte graciosa del asunto, dijo:
-Así que de eso se trata… Pobre imbécil, nos decía tantas cosas y a la vez nada.
-¿Puedes creerlo? –dice Rodrigo, alzando tanto la voz que el intendente, al caer sorprendido por este acto, dejó caer la escoba sobre la señora Minerva-.
-Bueno, bueno, reconozco que es algo difícil de aceptar –responde Ramón -. Más aún viniendo de Felipe.
-Créeme, camarada, que cuando me lo dijo no supe que pensar. Casi en automático, le he preguntado cómo funciona el invento. A lo que ha respondido: “Básicamente, se trata de un script en Javascript, por lo que hemos logrado una gran portabilidad. Ya, incluso, he resuelto todos los detalles sobre la interfaz para la recolección de los datos. De hecho, le he incorporado un mecanismo bastante simple para la encripción de datos”.
Conforme Rodrigo avanzaba en su historia, carcajadas de ironía tomaban espacio entre una palabra y otra. Parecía aquél, un pobre hombre al borde del colapso nervioso. El gerente del departamento, al percatarse de ello, hizo una llamada para solicitar apoyo médico.
Rodrigo, apenas en pié, dijo:
-El imbécil… le da vuelta… a la… pantalla de su… computadora… en donde alcancé a distinguir apenas una línea de código…
Rodrigo cayó al suelo, mientras su voz se desgastaba hasta quedar de ella apenas un murmullo. Estando en el suelo, antes de quedar inconsciente a causa de un tranquilizante que le han suministrado, levantó su brazo izquierdo y señaló una pantalla que se encontraba a unos escasos dos metros de distancia.
En la pantalla, con toda claridad, podía apreciarse un bloq de notas; en donde, además de los tags elementales para un documento HTML, se apreciaba un segmento de código en Javascript con apenas una línea de código. Decía: “var datos = informacion.substr(0,1) << 1;”.
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lunes, diciembre 08, 2008
la verdad sobre .net revelada
Decían que estaba loco, pero he aquí una prueba irrefutable:
(Esta imagen la capturó mi amigo Carlos, en la oficina)
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(Esta imagen la capturó mi amigo Carlos, en la oficina)
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viernes, diciembre 05, 2008
an angel comes to town
(Pequeño chistorete para mí, espero nadie salga ofendido)
Este galán de novela es Logan, mi nuevo sobrino por parte de mi hermana Chaby. Nació ayer y ya estamos todos deseosos por recibir más y más fotos.
Yo, en lo personal, hubiese deseado estar allá :(
Ni modos Chaby, será para el siguiente sobrino...
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Logan, a los 1.1415525114155251141552511415525e-4 años de edad
Y el cielo se abrió y derramó una gota de misericordia para la humanidad. Sí, una gota que, al entrar en contacto con el suelo, esparció alegría y esperanza entre los suyos. No obstante, una nube negra comenzaría a formarse en otra parte del mundo, aquella que sería la encargada de poner a prueba la fortaleza y el empeño, no solo de él, sino de cuantos le rodeen. Sin embargo, el corazón es una lanza tan afilada como la mente y, en su hogar, los suyos le prepararán para dominarle y utilizarle siempre en beneficio de la humanidad.
dk 1:1
Este galán de novela es Logan, mi nuevo sobrino por parte de mi hermana Chaby. Nació ayer y ya estamos todos deseosos por recibir más y más fotos.
Yo, en lo personal, hubiese deseado estar allá :(
Ni modos Chaby, será para el siguiente sobrino...
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lunes, diciembre 01, 2008
con aguacate sabe mejor!
Estamos en esa temporada en la que el aroma a pino comienza a percibirse en todos lados. Navidad, si señores. Está aquí aunque a muchos no les agrade.
El otro día me sucedió algo bastante curioso, por cierto. Me encontraba en la plaza X en un Mugre King esperando para comprar una hamburguesa. Cuando, después de un buen tiempo de espera, llegó mi turno pedí una Chicken Tender con aguacate. La respuesta automática del empleado fue: "No podemos ponerle aguacate, señor"; a lo que hábilmente respondí: "¿No que puedo pedirla como yo quiera?". El cuate este se disculpó y fue a hablar con el gerente. Tras apenas un minuto regresó y me dijo que le pondrían el aguacate. De hecho, no me cobraron por él. Luego me explicó que lo que sucede es que la interfaz de ventas no les permitía hacer ese movimiento. Al final del día, me demostré una vez más varias cosas:
1. Siempre debes exigir lo que te corresponde, más aún si estás pagando por ello.
2. Mugre King tiene un sistema de ventas que apesta (se une a la larga lista de software apestoso).
3. La Chicken Tender con aguacate sabe de película.
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El otro día me sucedió algo bastante curioso, por cierto. Me encontraba en la plaza X en un Mugre King esperando para comprar una hamburguesa. Cuando, después de un buen tiempo de espera, llegó mi turno pedí una Chicken Tender con aguacate. La respuesta automática del empleado fue: "No podemos ponerle aguacate, señor"; a lo que hábilmente respondí: "¿No que puedo pedirla como yo quiera?". El cuate este se disculpó y fue a hablar con el gerente. Tras apenas un minuto regresó y me dijo que le pondrían el aguacate. De hecho, no me cobraron por él. Luego me explicó que lo que sucede es que la interfaz de ventas no les permitía hacer ese movimiento. Al final del día, me demostré una vez más varias cosas:
1. Siempre debes exigir lo que te corresponde, más aún si estás pagando por ello.
2. Mugre King tiene un sistema de ventas que apesta (se une a la larga lista de software apestoso).
3. La Chicken Tender con aguacate sabe de película.
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CUENTOS, LIBROS Y OTRAS ANÉCDOTAS
Comencé este blog en el 2005, a manera de entretenimiento. Al principio no sabía que es lo que quería escribir, pero pronto descubrí mi afición por las historias cortas. Un día, el primer “Cuento Fúnebre” vio la luz. Disfruté tras escribir cada cuento y me prometí que algún día escribiría un libro. Ahora es ese día.
Si te han gustado mis historias y reflexiones, te invito a conocer un nuevo sitio Web que he estado preparando. Uno en donde, además de continuar escribiendo mis cosas, comentaré mi progreso en los diferentes proyectos que me he propuesto.
eduardoferron.com