domingo, noviembre 15, 2009

xmatkuil

Ayer, después de unos ocho años de no pisar aquella tierra de Xmatkuil, precisamente en estas fechas de extrema fiesta; me uní a un grupo de amigos y nos fuimos a pasar una tarde pachanguera a esos parajes. Lo que comenzó entonces como una visita express y ligera se convirtió pronto en un pasadía que no parecía terminar. Finalmente, salimos de ese lugar hasta la 1 am. Ocho horas, una por cada año que no visité ese tan conocido homenaje a la feria de ferias de la región.

¿Que tal me pareció? Definitivamente ha cambiado mucho, es muy diferente a entonces. Incluso el lugar ha cambiado, es más grande y hay bastante vigilancia. Sin embargo, no creo regresar en otros ocho años, a menos que algo muy importante me arrastre hasta ese infierno de nueva cuenta.

En realidad no es un infierno, es mas bien un cúmulo de gente y hierros, comida y gritos. No está tan mal si te gusta el desmadre, pero para gente como yo es un total caos que cuesta mucho sobrellevar. No mencionemos la comida y el lugar, que hasta eso no estuvieron tan mal. Algunos lugares que, pésimamente ubicados, quedaban cerca de los baños y olían de la fregada; ¿pero que esperaban al juntar esa cantidad de gente en tan poco espacio? Seguramente tendrían ganas de mear y cagar y a algún lugar tendrían que llegar, ¿no?

Tal vez el problema sea yo y mis maneras. No quiero decir que soy un amanerado, sino que mis maneras son un poco especiales. Muy especiales. Por ejemplo, ir a mear ha sido un verdadero tormento. Entras al baño y hay una buena cantidad de gente, te toca hombro con hombro para poder sacar la pinga y escupir tus jugos en una pila comunitaria. La última ocasión había tanta gente que los chorros salían disparados hacia los lados cuando más gente se incoorporaba a empujones para poder desacerse del jugo de riñón, en esos momentos los rayos acuíferos salían peligrosamente disparados y como que intentabas evitar quedar empapado. La gente se rie con sucesos tan extravagantes, pero yo, yo tuve que recurrir a todo mi auto control para conseguir, después de unos 5 a 10 segundos con la manguera en la mano, deshacerme de mi tormento.

En fin, mis cuates se divirtieron de lo lindo, alguno regresó borracho y seguro hoy habrá regresado de nueva cuenta. Hay mujeres hermosísimas que ver y cosas por las que burlarse (como aquel stand de la mujer con tres senos y que tienes que pagar $5 pesos para poder ver).

En fin, no creo regresar, pero  supongo que como aventura valió los $12 pesos de la entrada.

Por cierto que reí muchísimo cuando conocí la zona nevada...

.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Se que es muy molesto esto de la verificación de comentarios, pero ya estoy cansado de tanto spam :(

CUENTOS, LIBROS Y OTRAS ANÉCDOTAS

Comencé este blog en el 2005, a manera de entretenimiento. Al principio no sabía que es lo que quería escribir, pero pronto descubrí mi afición por las historias cortas. Un día, el primer “Cuento Fúnebre” vio la luz. Disfruté tras escribir cada cuento y me prometí que algún día escribiría un libro. Ahora es ese día.

Si te han gustado mis historias y reflexiones, te invito a conocer un nuevo sitio Web que he estado preparando. Uno en donde, además de continuar escribiendo mis cosas, comentaré mi progreso en los diferentes proyectos que me he propuesto.

eduardoferron.com